domingo, 25 de noviembre de 2007

"I CHING"

Hace pocos días cayó en mis manos un libro de filosofía oriental llamado "I Ching. El Libro de las mutaciones". Escrito hace casi 100 años (1923) por Richard Wilhelm, (1873-1930) sinólogo(*) y teólogo alemán.
Los principios que llenan sus páginas tienen una antigüedad de 3 mil años. El "I Ching" es nada menos que un libro adivinatorio. Plantea que el cambio es la única realidad existente en nuestro universo. A través de la interpretación de símbolos y hexagramas, se podría saber cómo se generan y se producen dichas transformaciones en nosotros y en nuestras circunstancias.

El I Ching no busca predecir o adivinar el futuro como lo haría la astrología, pero sí preverlo u anticiparlo, a través de la comprensión de las relaciones que existen entre los acontecimientos.

Cómo toda filosofía oriental está cargada de una fuerte enseñanza moral, donde el que conseguirá transformar positivamente su destino es también aquél que ha respetado las leyes de la energía creadora del universo.

Al instante descubrí que la posibilidad de comprender de antemano las posibles consecuencias de una determinada idea, palabra, hecho o actitud, sería el despipe.

La estructura de interpretación está basada en trigramas y hexagramas. Tres líneas trazadas sobre papel constituyen un trigrama. El trigrama tiene asociados toda una variedad de significados.

El I Ching respondió a una interrogante q le planteé y me enseñó algo increíble y hermoso: "LO SUAVE"

Solución : "Lo suave es más penetrante que lo agudo, que lo afilado o que lo duro. El viento cálido y suave penetra en todas partes y lleva su calidez. Las raíces de los árboles, más débiles, más suaves que el suelo en el que se hunden, con suavidad y perseverancia se abren camino entre todos los obstáculos y así consiguen agua y alimentos.La suavidad requiere persistencia, y además tener las cosas claras para así actuar siempre en la misma dirección. Debemos confiar en la insistencia y en la perseverancia. Cuando insistimos y perseveramos el éxito es solo cuestión de tiempo. Debemos penetrar en el corazón de quienes nos rodean, debemos de ganarnos su confianza con nuestra inocencia, con nuestro amor, pues solo de esta manera podremos influirle positivamente por medio de nuestras enseñanzas. La gente solo confía en aquellos que manifiestan sinceridad en sus sentimientos positivos".


Pensar que tuvieron que ser los principios milenarios de universalidad orientales los encargados de enseñarme que he sido una completa idiota.


(*) Sinólogo: Investigador extranjero que estudia la China, su idioma y cultura.

"Children of men"


“Que morir sin descendencia es perdición,
que el alma vuela al Hades más ligera cuando sabe
que su sangre sigue caminando sobre la tierra”
(“Alcestes”, Eurípides)

Alfonso Cuarón (“Y tu mamá también”, “Harry Potter y el prisionero de Azkabán”) explora esta vez el trhiller de ciencia ficción, con una película que sin duda generará debates y profundas reflexiones.
Es el año 2027 y nuestro planeta se ha convertido en un mundo triste, gris y completamente desierto de risas de niños. Han pasado 19 años sin ningún alumbramiento. Las mujeres de todo el mundo sufren una epidemia de infertilidad. Y todos los niños han muerto víctimas de cruentas enfermedades.
Las ciudades del planeta parecen vivir un holocausto, porque en un mundo sin futuro los seres humanos se han convertido en una especie destinada a la extinción. Suicidios masivos, un nihilismo generalizado y una sociedad que se desmorona ha sumido a todos en el caos.
Tan sólo Inglaterra, aplicando una política restrictiva y totalitaria, aún parece tener las cosas bajo control. De todos los puntos del planeta llegan refugiados desesperados por entrar a una ciudad que al menos en apariencia, conserva su estabilidad.
Theo (Clive Owen), un ex_activista social ahora transformado en burócrata, intenta dejar su doloroso pasado entre paréntesis, sumiéndose en la rutina de sus actividades. Hasta que su ex_mujer, Julian (Julianne Moore) líder de un movimiento de resistencia social regresa inesperadamente a su vida, para pedirle que realice una inusual misión. Contactar al movimiento Proyecto Humano. Esta película está basada en la novela homónima del autor P.D. James. Las razones que causaron la infertilidad femenina no son relevantes ni para James ni para Cuarón. Ambos quieren centrar nuestra atención en las consecuencias de esta tragedia, que se advierte aún peor que un desastre nuclear o una invasión alienígena.
Es interesante ver en la película cómo las personas comienzan a canalizar su amor y cuidados hacia las mascotas. Este apocalíptico escenario no se plantea como una idea descabellada. La película sugiere tácitamente que hay responsabilidades humanas en la destrucción de la simiente del hombre.
Cuando todo se desmorona en el mundo de Theo y parece no haber salvación para nuestra raza, una vez más sin mediar explicaciones, la esperanza es puesta en sus manos y sin proponérselo se vuelve responsable del destino de todo un planeta.
Interesante, buenas actuaciones. Michael Caine, como siempre, avasallador, sorprendente, más que convincente. El actor que jamás falla.
Pero…debo concluir que como ocurre la mayoría de las veces el libro e superior a la película.

sábado, 24 de noviembre de 2007

“THE PERFUM”, The story of a murder



Esta adaptación cinematográfica de la potente novela de Patrick Süskind, fue estrenada en las salas de cine chilenas el pasado 31 de mayo. El director, Tom Tykwer (“Corre Lola Corre”, “La princesa y el guerrero”) consigue una correcta puesta en escena, que guarda gran fidelidad a la novela. Por esta vía, Tykwer se asegura una obra que no dejará insatisfechos a los espectadores atraídos por la película. Pero para aquéllos a quienes el libro marcó de por vida el resultado, para desgracia del director alemán, podría resultar decepcionante.
Jean- Baptiste Grenouille, el personaje de Süskind, en un repugnante París del s. XVIII viene al mundo como un alma maldita. Es encarnado por el juvenil Ben Whishaw (23). Whishaw realiza una actuación notable, no obstante su atractivo físico y su carisma, hacen que su versión de Grenouille pierda del original una característica clave: su insignificancia. El Grenuille de Süskind, era casi un Gollum, (The Lord of the Rings). Un ser retorcido, invisible y repulsivo. Que no miraba a los ojos, que casi no hablaba. Que parecía tener una vida tan frágil que se extinguiría en cualquier momento. Sin embargo, había algo tan maligno en él que su cercanía producía escalofríos.
Jean-Baptiste Grenouille, carente de olor propio y con una sobrenatural capacidad olfativa, consigue torcer su trágico sino y tal como lo haría un parásito se aferra a la vida movido por un solo objetivo: Capturar, extraer todos los aromas de las cosas. A través de los aromas, Jean Baptiste se da cuenta que existen seres que exhalan un olor que es irresistible y embriagador. Descubre que ese aroma proviene de mujeres hermosas, jóvenes y puras.
El argumento, aunque como ya he señalado, se apega bastante a la historia original, no consigue traspasar al espectador esa desesperación del protagonista por poseer todos los aromas del mundo y por robar de sus dueñas el aroma base, aquello que él jamás tendría. Esta obsesión y esta ansiedad in crescendo lo llevan a transformarse de un pusilánime fenómeno a un monstruoso asesino en serie.
Notables, las bien logradas y contundentes actuaciones de Dustin Hoffman, como Giuseppe Baldini el maese perfumista parisienne y Alan Rickman, el papel del Sr. Richis, respetado comerciante de Grasse y padre de una joven de impresionante belleza. Laura Richis, interpretada por Rachel Hurd-Wood (15) (“Peter Pan”), que se vuelve el trofeo más preciado para Grenouille.
Como otro acierto, cabe destacar la fotografía. Frank Griebe, el director consigue darle tal realismo y belleza a la imagen que se vuelve imposible no materializar mentalmente los olores cada vez que la cámara persigue y captura todos los objetos de deseo de Jean Baptiste.
Tras conseguir robar una a una, la esencia vital de sus víctimas, Grenouille adquiere un poder inigualable. La sensualidad, el magnetismo, el embrujo de la belleza transformado en un delicioso perfume, le confieren tal poder que consigue mutar en ángel ante los ojos de un pueblo que antes pensaba ejecutarlo.
Es este poder delirante y sus consecuencias lo que el escritor Süskind convierte en una narración extraordinaria que atrapa al lector desde la capitular hasta el punto final. A diferencia de la película que pierde la fuerza, el ritmo y no da con el nivel de impacto que requiere el escalofriante final. Estos desaciertos hacen que en el balance final esta obra maestra llevada a la pantalla sólo sea una película bastante discreta.

jueves, 1 de noviembre de 2007

"LA BELLEZA"


La belleza es un concepto subjetivo. Muchos sostienen que lejos de ser la búsqueda de la perfección en la apariencia de las cosas y las personas, es una actitud que aflora del interior. Yo concuerdo con esta hipótesis.
Mientras me dejaba taladrar y enderezar las líneas de mi nariz mal construida para conseguir una mejora estética, pensaba que despertaría sintiéndome bella.
No. El resultado fue distinto. Desperté sintiéndome un monstruo. Cualquier cirugía es invasiva y agresiva para el cuerpo. La rinoplastía las supera a todas.
Mi cara estaba hinchada, horriblemente golpeada, los ojos con derrame y los pómulos con hematomas de un color violáceo-verdoso. No hay licencia para la vanidad. Tuve que trabajar con mis moretones y parches en la cara.
Ya que se trataba de una condición temporal me importó un rábano salir en ese estado a la calle. Pero vivirlo fue una experiencia límite. La gente se impactaba. Las miradas no podían apartarse de mi cara. Sus reacciones eran de compasión, curiosidad, morbo, horror, asco, rechazo. No, no fue agradable. Pero sí necesario.
La modificación fue discreta, pero el efecto de transformación notorio. No voy a volver a recuperar mi antigua cara. Esta es una nueva. Pero no lo volveré a hacer. No hay más búsquedas. Lo no perfecto también es bello cuando se ama. También aprendí eso. Antes de operarme. Con la antigua nariz.
La belleza está perdida en mi interior. Después de que sanaron las cicatrices que dejó mi cirugía sólo hubo sorpresa y luego comodidad. Fue muy fácil adaptarse a la nueva cara. Agradable. Pero la belleza sigue perdida. No, no me siento bella. Hay algo que desapareció de mi pelo, de mis ojos, de mi sonrisa. El sentimiento que me hace sentir fea al mirar mi reflejo, no tiene que ver con la estética que tiene mi cara. Tiene que ver con mi estado anímico. Puede que la actitud de “bella” regrese cuando cierren otras heridas que aún no cicatrizan.
Tiempo!. El tiempo ayuda y sirve para todo. Tal vez en unos meses desee otra vez sentirme atractiva y este cambio me sirva para aceptarme y reconciliarme conmigo.
La belleza se marchita con penas, malestares, decepciones, y eso es lo que opaca el brillo de una “aktitud bonita”. La belleza se esfumó por hoy. Siento que partió en el mismo momento que lo hizo la música de mi vida.