sábado, 29 de diciembre de 2007

"El secreto del desengrasante"

Ayer di la bienvenida a mi nueva roommate. Fabiola tiene 29 años, es una chica encantadora, que calza perfecto con la idea de “chica” que uno tiene en la cabeza.
Todos en mi familia nos propusimos recibirla liberando lo mejor de nosotros. Cepillé a mi gato, bañé a mi hijo y yo dejé gran parte de mi epidermis repartida por la casa, intentando que ésta entregara su mejor aspecto.
Debido a celebraciones varias en su empresa, llegó muy tarde. Sus cosas estaban todas embaladas y la que sería su habitación, hasta el techo de cajas y bultos. Pudimos contemplar estupefactos el Mah y yo, (porque Vicente no aguantó más y se durmió) como ella, en menos de 20 minutos, había convertido el desastre de su habitación, en un perfecto girl’s bedroom.
La cama impecablemente estirada, cuadros en la pared, cojines con bordados, lamparita de luz día rococó, velador al tono, un simpático banquito de sentar, un choapino amigable, la ropa en el closet agrupada por color y doblada como de tienda. Supe de inmediato que estaba en presencia de una maestra.
Hoy por la mañana, mientras desayunábamos, ella me miró muy compasiva y con voz sabia me dijo que yo no tenía de qué preocuparme porque ella adoraba hacer los quehaceres. Que mi casa “ahora sí” que iba a lucir muy limpia y ordenada. Mientras mascaba mi tostada verde de palta, meditaba qué hubiera pensado esa pobre mujer si hubiera visto la casa cómo estaba antes de mi súper aseo profundo.
Claro! porque yo no soy precisamente una “danzarina-brillina”. Odio todo lo que tiene que ver con lo doméstico, a excepción de cocinar. A mí me gusta leer El Mercurio o la Qué Pasa, navegar en Internet, ver películas y leer best sellers. ¡Qué la casa la limpie el gato!
Como primera lección Fabiola, puso en mis inexpertas manos un producto desengrasante (no diré la marca para no hacer publicidad gratis). Me dijo que podía ocuparlo en la cocina y lo hice.
Disparé varias veces el atomizador y el líquido espumante comenzó a chorrear por la cubierta de la cocina. Y arrasó con todo lo pegado. Disparé a las llaves, a los quemadores, a la puerta del horno, al bidón de gas, a la pared de cerámica. Era hipnotizante verlo correr por la orilla del lavaplatos y del refrigerador. De pronto la capa pegote que lo cubría todo fue desapareciendo y todo comenzó a relucir. Se abrieron los cielos. Era la primera vez que la cocina me quedaba como si la hubiese limpiado…una chica!!!!
Necesito aprender más de esta mujer. Yo creo que ella tiene el secreto.
Porque una chica debe saber limpiar bien una casa y ser ordenada. Debe ser sociable y amistosa. Tener una dulce sonrisa. Toda chica debe ser coqueta y atractiva para sus amigos. Ojalá, tenga una bella voz. Debe ser romántica y complaciente. Tiene que dejar de manifiesto su debilidad, fragilidad y necesidad de protección. Debe recurrir a las lágrimas todas las veces que sea necesario. Usar el teléfono como una herramienta que mide el nivel de afecto e interés. Debe convencer apelando a todas esas palabras que tocan la fibra. Debe arrastrar el poncho con sutileza y también la guata cuando es preciso. PUFffffff!!!! Me falta tanto…si soy casi un “Carlitos”.
Estaba pensando, ahora que se acaba el año y una piensa en hacer por ahí algunas renovaciones, ¿qué pasaría conmigo si me transformara en una “mina”?.
Sin duda, mi casa luciría mejor. Pero yo tendría que coserme la lengua y quitarle varios ladrillos a mi muralla de principios y muchos kilos a mi saco de honestidad y transparencia.
No obstante, pude comprobar en estos días que como a toda mina me emociona recibir un regalo sorpresa con un tierno peluche en su interior. Ese podría ser un síntoma del cambio. Con la Fabiola a mi lado, quizás aprenda más secretos de los lavalozas, de los limpiamuebles, de los multiusos. Capaz que el 2008 sea el año en que por fin aprenda qué diablos quieren los hombres y que las chicas que son muy “minas” saben tan bien.

jueves, 27 de diciembre de 2007

THE HOST ("Gwoemul")


Sí. No hay dudas de que el cine coreano produce cosas buenas. Estrenada en Chile en noviembre pasado, “The Host” es una clara muestra de que no es sólo Kim Ki-Duk a quién vale la pena conocer. El director Joon-ho Bong, (“Memories of a Murder”, 2003) reflota la temática de monstruos mutantes.
Como lo hiciera un día el terrorífico Godzzila de Tokio, este nuevo azote emerge de las aguas del río Han, en Seúl. Y la culpa como siempre es de Estados Unidos, representado por un arrogante general quien en el año 2000 ordena vaciar litros y litros de desechos radiactivos en las aguas del río.
Seis años más tarde, (en febrero del 2006) el monstruo de Bong, que es una cruza mutante entre renacuajo y bagre, de doce metros, viscoso y hambriento, se encarga de sembrar el pánico en el pacífico parque que bordea el Han.
Pero esta es una película hecha por orientales, diametralmente opuesta a la mentalidad hollywoodense. Hay gritos, sangre y suspenso, pero la mirada está puesta en el drama familiar que se desata tras la captura de la colegiala Hyun-seo Park.
Acá los héroes son de carne y hueso. Imagínese que le ocurriera a usted. Que a la regalona de la casa, la “Benjamín” favorita de todos, se la lleva un monstruo feo y perverso. Entonces usted y
su familia se proponen rescatarla. Y parte con su abuelito cansado, su tía con serios problemas de autoestima, el tío cacho medio borrachín, el papá algo confundido y limítrofe. No espere grandes cosas. Aquí no hay superhombres, sólo gente normal tratando de conseguir lo imposible.
Desde esa perspectiva la película es muy potente y dramática. No olvidemos que la acción se desarrolla en Corea y afecta a una familia que subsiste con un carrito de comida. El sistema tampoco ayuda. Los intereses militares y políticos no persiguen como último fin reunir a la familia de clase media-baja.
Por otro lado, no hablamos de una familia modelo. Es disfuncional y llena de fracciones en su composición medular. Algo parecido a la de “Little Miss Sunchine” (Jonathan Dayton). Las balas y las flechas de los Park fallan cuándo deben acertar. Pero, a pesar de todo son familia y movidos por el amor y la desesperación, son capaces de trabajar en equipo. Y también de mostrar su valía. Sin lugar a dudas, tener en la familia una tía arquera olímpica y un tío universitario capo en la elaboración de molotovs, nunca es malo.
De todas formas, pronto el espectador entenderá que estamos viendo cine oriental. Aquí también ganan los malos y las buenas intenciones no siempre son suficientes. Notable la actuación de la pequeña y súper valiente Hyun-seo, interpretada por Ah-sung Ko.

domingo, 2 de diciembre de 2007

"La catedral del mar"


La primera novela del español Ildefonso Falcones, publicada el año 2006 por la Editorial Grijalbo, tiene razones de sobra para convertirse en el éxito de ventas q hoy es. Con apenas dos meses y medio en el mercado y 11 ediciones, se habían vendido 425.000 ejemplares.100.000 de ellos en catalán a través del sello Rosa del Vents. La editorial Grijalbo, que invirtió 200.000 euros en la campaña promocional, ha alcanzado casi el millón de copias vendidas.
Falcones, es barcelonés y abogado de profesión. Tardó 4 años en escribir esta novela, dividido entre la literatura y el trabajo en su boureau.
“La Catedral del mar” nos sitúa en la España del siglo XIV. Mientras los muros de la Catedral Santa María de la Mar en Barcelona, comienzan a elevarse hacia el cielo, en paralelo se construye la vida de Arnau Stanyol.
Hijo de un payés de una provincia española, Arnau debe enfrentar la injusticia y la violencia a la que su condición de siervo le obliga de por vida. Una vida de lucha que le permitió como palafrenero, estibador, soldado y cambista sobre ponerse a la adversidad y llegar a convertirse en un noble.
Esta novela histórica deja de manifiesto toda la crueldad que rodeaba la diferencia de clases. Nos muestra la lucha de un padre por entregar a su hijo un futuro libre. La condición de menosprecio e indefensión que sufrían las mujeres sometidas al yugo masculino. Finalmente, el fanatismo religioso que en la Inquisición encontró su arma más peligrosa.
Apasionante desde el primero de sus capítulos. Falcones está a la altura de escritores consagrados como Noah Gordon y Ken Follet, este último con quién ha sido comparado por la crítica mundial.
Las ganas de recorrer las calles de la Barcelona moderna para buscar los restos de la historia en sus edificios y calles casi no se pueden contener. Contemplar la soberbia catedral del Mar debe resultar sobrecoger después de conocer la historia de su construcción, el esfuerzo, lealtad y profunda devoción de los bastaixos.
Un libro lleno de pasión que conmoverá, enseñará y entretendrá a todos quiénes devoren sus páginas.

sábado, 1 de diciembre de 2007

"TIME" ("Shi Gan")

La última película del coreano, Kim Ki-Duk (“Hierro 3”, “Primavera., verano, otoño e invierno y otra vez primavera…”) “Time”, aborda el tema de las relaciones de pareja, su desgaste y lo difícil que resulta conservar la magia del amor en el transcurso del tiempo.
Seh-hee (Park Ji-yun) y Ji woo (Ha Jung- woo), viven una etapa de aletargamiento y crisis en su relación. Ella es una chica insegura y celosa y piensa que su novio está cansado de ver siempre el mismo rostro aburrido de ella. Se siente amenazada en toda chica joven y atractiva que se acerca a Ji Woo.
Un día, sin mediar explicaciones Seh- Hee desaparece. Su novio la busca desesperado, sin entender lo que pasa. Pensando que lo abandonó Ji Woo, trata de olvidarla y transcurren 6 meses.
Pero Se-Hee no abandonó a su novio. Se sometió a una cirugía plástica para transformar su rostro y así, presentarse como una nueva mujer ante su pareja, para descubrir de esta manera si él la ama realmente.
Esta película está cargada de significación y simbolismos. La fuerza del lazo que existe entre los protagonistas, están inmortalizados en lugares especiales y fotos que los muestran felices y enamorados.
En este intento por poner a prueba el amor de Ji Woo, la chica regresa a su vida como la enigmática, See hee (Sung Hyun-ah). Aunque Ji Woo, piensa que todavía ama su antigua novia, se siente poderosamente atraído por esta misteriosa mujer.
Seh-hee comienza a perder su centro y el plan perfecto que había concebido, a salirse de control. Siente celos de su propio recuerdo en la memoria de su pareja y trata por todos los medios de hacer que la olvide. Pero al mismo tiempo, le envía cartas a Ji-Woo para evitar que esto suceda en el cuerpo y el rostro de esta nueva See-hee.
Intensa, algo desquiciante, compleja y tormentosa es “Time”, como lo son también los sentimientos que se cruzan y mezclan en el amor.
A diferencia de otras de sus películas, esta vez el director coreano permite poderosos diálogos a sus protagonistas. Y algo inusual para la consabida templanza oriental, sus personajes están siempre al borde del colapso.
La fotografía que captura los momentos íntimos y cómplices de los enamorados es todo un acierto, que le entrega a la imagen gran riqueza estética y fuerza.
El desenlace de la historia nos lleva a reflexionar si para salvar la magia de una relación, todo vale, o es preferible resignarse a que el amor se transforme en acostumbramiento por el desgaste al que la rutina y el paso del tiempo, condenan irremediablemente.